A pesar de que en verano da mucha pereza encender el horno (la cocina puede llegar a convertirse en una sauna) no he podido resistirme a utilizar el bote medio empezado de leche condensada que tenía en la nevera para probar esta receta de magdalenas.
El resultado ha sido sorprendente pues quedan muy suaves y jugosas. Os animo a que la probeis!
Mmmmm que buena pinta!!!
Qué pintaza!!! Me encanta la receta y el post te ha quedado precioso !Un besito!